REVALORIZAR LO NUESTRO

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Por: Patricia Díaz Ávila (Periodista)

Santiago del Estero vivió una fiesta única con la visita del seleccionado campeón del mundo para disputar un partido amistoso ante Curazao en el estadio Madre de Ciudades. Este hecho fue, sin ninguna duda, un acontecimiento histórico que quedará grabado para siempre en las miles de personas que fueron testigos de esta impresionante locura que revolucionó a la provincia.
La ansiedad y adrenalina que se sentía previo a la llegada de la Scaloneta era innegable, la ciudad estába revolucionada y enardecida en un clima festivo, y no era para menos, recibir a los campeones del mundo que tanta felicidad nos regalaron y con su capitán a la cabeza, que es nada más y nada menos que el mejor jugador del mundo, el hombre récord más famoso y amado, que despierta pasiones inexplicables, es un sueño hecho realidad para cualquier hincha.

Imagen tomada Facebook

Fueron dos días de revuelo total en la capital santiagueña, donde tanto turistas y periodistas de todo el país se instalaron para vivir este suceso histórico. Lo cierto es que la organización de semejante evento demandó mucho tiempo y trabajo previo. Trabajo que se vio reflejado, aún con aciertos y errores, «errores» que pueden ser discutibles, pero que No justifica la descalificación y las criticas desmedidas por parte de muchos comprovincianos que luego de todo lo vivido utilizaron como armas las diferentes redes sociales para volcar sus opiniones, en muchos casos hasta ofensivas del evento en cuestión. Es cierto que todos y todas podemos exponer nuestros pensamientos, opiniones y críticas en estos tiempos de libertad de expresión ya que cuarenta años de democracia han servido, entre muchas otras cosas, para esto. Me invade una sensación de tristeza y hasta de enojo saber que siempre tras los juicios detractores, mal intencionados y dañinos, se opaca un hecho importante que nos privilegia como provincia.

Imagen tomada Facebook

Las infinidades de críticas a la «versión santiagueña» del himno, simplemente por llamarlo de algún modo, han sido tremendas y muchas lapidarias. Que si entonaron o no, que si eran artistas que estaban a la altura o no y un sin fin de comentarios más que se pueden leer a través de todas las redes sociales, me hace reflexionar sobre el poco valor real que le damos a lo nuestro, estamos más pendientes de como nos ven desde las «grandes ciudades» que somos incapaces de celebrar que nuestros artistas hayan ocupado un lugar importante, que se lo han ganado por trabajo, dedicación, trayectoria y que nos representan con un enorme orgullo por donde quiera que van.

Imagen tomada Facebook

Recibir a foráneos con lo que somos, con nuestra cultura, esa que nos identifica y caracteriza ante al resto del país y el mundo, debe ser lo más importante y no la mirada de los medios nacionales y la critica envidiosa del resto del país sobre nuestra idiosincrasia, porque es necesario comprender que eso no está dentro de nuestro control como sociedad, lo que si podemos y debemos hacer como santigueños es comenzar por apreciar y respetar lo nuestro, aún si nuestra música o costumbres autóctonas no es del agrado de todos y todas. Es fundamental que comencemos a valorarnos y respetarnos como comprovincianos con todo lo que somos y tenemos para ofrecer a los que nos visitan, finamente es este amor por lo que somos lo que logrará que los de afuera nos respeten.

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