
Luego de un exultante triunfo de la libertad avanza en noviembre de 2023, el derrotero del Javier Milei y el de su gobierno hasta nuestros días, para llegar en condiciones óptimas a octubre, me recuerda mucho a la campaña de Napoleón en 1812 para conquistar Moscú. La Grande Armée de Napoleón partió para conquistar Moscú desde el río Niemen en la frontera de Polonia, el 23 de junio de 1812. Napoleón había reunido un ejército masivo de más de 691,000 hombres, compuestos por contingentes franceses, austríacos, alemanes y polacos, para esta invasión, el mayor ejército jamás formado en la historia europea hasta ese momento, cruzó el río Niemen (Polonia) y enfiló el camino de Moscú. . Una fuerza fenomenal para la época, comparable al casi 55% de votos obtenidos por milei el ballotage; un caudal abrumador para cualquier oposición posible.
Los rusos, conscientes de la situación no presentaron batalla a menos que las circunstancias fueran favorables y decidieron aplicar la estrategia de tierra arrasada y retirarse gradualmente hacia el este, retrasando el avance del gran ejército, a la espera de la llegada de su mejor general, el general invierno. Idéntica estrategia aplico la oposición al avance del conglomerado político libertario de centro derecha.
Así como los rusos esperaron que la gran Armeé de Napoleón se diluyera en las heladas estepas euroasiáticas y llegara prácticamente sin fuerzas a las puertas de Moscú, y comenzara una dolorosa y mortal retirada. Así la oposición argentina (peronismo, kirchnerismo, sindicalismo, radicalismo progre, izquierda, organizaciones sociales) esperaron que este gobierno transitara un camino que ellos mismos habían trazado. Basado en teorías y estrategias de gobierno totalmente alejadas de la realidad del pueblo. ¿Y ante los descalabros políticos y financieros de Milei y compañía, cuando sectores de la sociedad reclamaron la intervención de la oposición, que hicieron? Como los rusos en la batalla de Borodino, esperaron pacientemente y agazapados su momento de golpear. Y un gobierno ensimismado en sus propias taras y desaciertos en las tres áreas vitales para su éxito de gestión (política, social y económica) no vio venir el invierno económico acompañado de corrupción política y destrato e insensibilidad en lo social. La oposición dejo que este conglomerado político económico se cociera en su propio caldo.
Hoy con derrotas electorales significativas en elecciones de medio término en provincias como corrientes y la determinante Buenos Aires y el andamiaje político destartalado por denuncias de corrupción e internas feroces, un congreso que no le responde, más un dólar indomable sumado a que todo lo feo que prometió hacer lo hizo y todo lo lindo y bueno que prometía no lo hizo. El margen de maniobra es muy estrecho de camino primeramente al 26 de octubre y más preocupante aun a 2027, con un presidente que pareciera desconocer o negar la realidad. El ejecutivo llega muy desgastado a esta batalla decisiva con muy pocas chances de ganar, la pregunta es entonces ¿Que hará el gobierno? ¿Emulando al golpeado ejercito de Napoleón harán una retirada ordenada, o bien reinara el sálvese quien pueda?
Del otro lado la oposición con el peronismo a la cabeza, que por más clavos que le pongan al ataúd, nunca está muerto (lo que mejor hizo el gobierno, es unir a la oposición) Se frota las manos ante la impericia oficialista para leer el pulso social y económico, y espera hacer una gran elección contundente como la del 7 de septiembre en Buenos Aires.
Pero juan pueblo espera sin saber que será peor la sartén o las llamas, que gane o que pierda el oficialismo. Ah…Napoleón termino sus días preso en Santa Elena.
- La biblia dice: Proverbios 28:15-16:«León rugiente y oso hambriento es el que gobierna al pueblo pobre; como un gobernante sin entendimiento es que también aumenta la extorsión; mas el que odia la avaricia prolongará sus días».
Dios bendiga nuestro gran y hermoso país con su valiosa gente.